Jul 10, 2025 11:00:00 AM
Cuánto cuesta realmente no encontrar al candidato ideal a tiempo
No cubrir una vacante es mucho más que tener un puesto libre, ya que la falta de personal se traduce en rentabilidad perdida, proyectos frenados y en equipos sobrecargados de tareas.
Una vacante sin cubrir no es simplemente una celda vacía en el organigrama. Es un proyecto detenido, una oportunidad perdida y un costo que crece con el correr de los días. Para las empresas, sobre todo para aquellas que están inmersas en procesos de transformación digital, no encontrar al candidato ideal a tiempo puede traducirse tanto en pérdidas tangibles como intangibles.
Una vacante importante sin ocupar puede generar pérdidas económicas superiores al salario del puesto en cuestión. En el sector tecnológico, donde los lanzamientos, las integraciones o los mantenimientos dependen directamente de un equipo determinado, cada semana sin el perfil idóneo representa una disminución en la performance debido a la presión que se ejerce sobre los otros profesionales.
El tiempo promedio para cubrir una vacante varía según el nivel jerárquico, según PwC. Mientras un empleado promedio tarda 27 días, para los mandos medios puede extenderse hasta 36 días y en el caso de los ejecutivos hasta 49 días. Este retraso en la no solo genera costos directos asociados al proceso, sino que impacta en la productividad debido a que la postergación puede demorar proyectos clave y causar sobrecarga en los equipos actuales.
La región enfrenta un déficit de profesionales en tecnología. Un informe ManpowerGroup indicó que en México, el 68% de los empleadores tienen dificultades para encontrar los perfiles que necesitan. Sobre todo en áreas como el análisis de datos, inteligencia artificial y el desarrollo de software.
La situación es todavía más preocupante cuando se proyecta a futuro. Según datos de Huawei e IDC, se estima que para el año 2028 se van a necesitar más de 2.5 millones de nuevos especialistas en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en América Latina. Esta escasez no solo retrasa proyectos, sino que también eleva los costos salariales y dificulta la retención de talento calificado.
Este déficit de talento se atribuye a varios factores como:
Contratar talento TI en América Latina es más costoso y lento de lo que muchas empresas anticipan. El costo promedio por contratación puede superar los 3.600 dólares si se tiene en cuenta los gastos que conllevan los procesos de reclutamiento, las entrevistas y el onboarding. Sin embargo, el impacto económico va más allá debido a que cada vacante abierta representa pérdida de productividad.
El tiempo promedio para cubrir un puesto ronda entre 30 y 45 días, y puede extenderse todavía más en los roles especializados. Durante ese proceso, los reclutadores deben filtrar más de 100 candidatos por vacante, de los cuales más del 70% no cumplen con el perfil requerido.
Además, la rotación en el sector se encuentra por encima del 30% anual en muchos casos. Esto multiplica los costos y obliga a las empresas a tener que optimizar sus procesos de atracción y retención de talento de forma urgente.
Estos son algunos de los principales efectos negativos en la economía de las empresas debido a una vacante que no fue ocupada:
No contratar a tiempo también puede afectar la moral y el clima laboral dentro de una empresa. Los equipos que se encuentran sobrecargados debido a la falta de profesionales en su sector pueden experimentar burnout, lo que se traduce en una baja motivación y el aumento en la rotación de personal. Además, esta situación puede afectar la percepción de la compañía y dificultar futuras contrataciones.
De acuerdo una encuesta global realizada por Randstad, el 83% de los empleados consideran el equilibrio entre carga laboral y bienestar emocional como un factor determinante a la hora de elegir empleador. Y, si una vacante no se cubre, se pueden perder tanto la capacidad operativa como la confianza interna.
Las empresas deben considerar llevar a cabo las siguientes estrategias para minimizar los efectos negativos que pueden causar una vacante sin cubrir:
Ante este panorama, es fundamental dejar de pensar en el talento como algo que simplemente se encuentra. El verdadero valor está en diseñar procesos inteligentes, personalizados y flexibles que permitan construir relaciones laborales sólidas desde el primer día. Modelos como el que proponemos en Qibit, permiten actuar con rapidez, reducir errores y cuidar la experiencia tanto de la empresa como del candidato. Porque al final, el candidato ideal no es el que aparece, sino el que se encuentra con visión, estrategia y empatía.
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